jueves, 9 de noviembre de 2017

CIEN AÑOS DE LA REVOLUCION RUSA QUE RESPLANDECE MAS QUE NUNCA EN NUESTRA ÉPOCA


Este año se cumple el centenario de la Revolución de Octubre, cuando los trabajadores, los soldados y los campesinos pobres de Rusia se sacudieron siglos de opresión y humillación bajo el zarismo, acabaron con el poder de la burguesía y los terratenientes, y establecieron las bases para una nueva sociedad. Los gigantescos acontecimientos que tuvieron lugar en Rusia entre febrero y octubre de 1917 conmocionaron al mundo entero porque fueron la demostración de que los esclavos podían liberarse del yugo de sus amos, que las masas oprimidas podían organizar la sociedad sin el concurso de sus explotadores. 

La onda expansiva de la Revolución de Octubre se sintió inmediatamente en todo el mundo: Alemania, Austria, Hungría, Finlandia, Italia, Bulgaria, el Estado español, los países coloniales… La clase obrera de todos los continentes fue contagiada por el mensaje de Octubre y los bolcheviques, y apoyándose en su ejemplo crearon la organización revolucionaria más importante que la historia haya conocido jamás: La Internacional Comunista. ¡Nunca antes el capitalismo había estado tan amenazado!

Cien años después, Octubre sigue teniendo una enorme significación histórica para los trabajadores y jóvenes que luchamos contra el orden capitalista. Las lecciones de aquella revolución deben estudiarse a la luz de los acontecimientos del presente.

Octubre ha sido una de las gestas más importantes de la humanidad por su carácter liberador y consciente. Por primera vez en la historia, el objetivo de una revolución no fue perpetuar la división de clases, la explotación económica o el Estado como instrumento de opresión (como ocurrió con las grandes revoluciones burguesas), sino eliminar esas reliquias de la sociedad clasista y crear las condiciones materiales y culturales para un salto sin precedentes en la civilización.

Por eso fue tan extraño que en octubre de 1917, hace de eso cien años,  que triunfaría una revolución marxista en el que era acaso el país del mundo con menos “condiciones objetivas” para que algo así ocurriera, la Rusia decadente e infinita de los zares, la “santa madre Rusia”. Una sociedad que era casi la negación sistemática de todas las premisas que Marx y Engels prescribieron para el advenimiento del comunismo.

Fue allí, sin embargo, donde una minoría de ideólogos logró servirse de las circunstancias para “hacer” la revolución, para consumarla dentro de los lineamientos de lo que luego, muy pronto, se llamaría el “marxismo-leninismo”: la aclimatación, en Rusia, de la teoría revolucionaria de Marx, su interpretación en ese contexto que casi la negaba, y que fue posible sobre todo gracias a la inteligencia de un hombre, Vladímir IlichUliánov, Lenin.

Conocer, estudiar, comprender las lecciones de la revolución rusa de 1917 es una obligación para todos los que luchamos por la transformación de la sociedad, sobre todo para quienes nos consideramos  comunistas.
La inestabilidad social y política no pudo ser parada por el gobierno provisional, de ideología moderada tras la destitución del zar. El nuevo gobierno había decidido continuar en la 1ª  guerra mundial, cosa que desagradaba al pueblo ruso, además las derrotas en la guerra continuaban, por lo tanto el gobierno provisional liderado por Kerenski se fue debilitando y para más INRI de éste el protagonismo de los soviets fue en aumento hasta el punto de organizar su primer congreso en junio de ese mismo año (1917).

Lenin, el líder de los bolcheviques, volvió del exilio, y en las tesis de abril para establecer el programa de las bases que había que seguir para lograr la revolución comunista, las cuales eran:
·    Retirada de la guerra
·    Redistribución de la tierra
·    Control de las fábricas por los comités obreros
·    Autonomía para las nacionalidades
·    Dar el poder a los soviets

Los bolcheviques prepararon una insurrección popular en julio, pero fracasaron y su líder Lenin se vio obligado a exiliarse de nuevo.

En septiembre el gobierno provisional también tuvo que hacer frente a un golpe de estado del lado más conservador del ejercito liderado por el general Kornilov. Por lo tanto el gobierno provisional se encontraba muy solo atacado tanto por la derecha como por la izquierda.

En octubre los bolcheviques intentaron nuevamente derrocar el gobierno provisional de Kerenski y esta vez no fracasaron, así pues la noche del 24 de octubre del 1917, los soviets controlados por los bolcheviques, se apoderaron de los puntos estratégicos de la capital. La caída del gobierno provisional se consumó después del asalto al palacio de invierno el día 25 de octubre del 1917.

Inmediatamente el gobierno revolucionario negoció la salida de la guerra, cosa consumada con el tratado de Brest-  Litovsk, firmado el 3 de marzo de 1918, decretó el repartimiento de la tierra a los campesinos pobres sin indemnización para los antiguos propietarios y se reconocieron las minorías nacionales.
Guerra civil y el comunismo de guerra

Al comienzo del 1918 la revolución había triunfado, pero en amplias zonas de Rusia el futuro era incierto. Los partidarios del Zarismo (Terratenientes, militares de alta graduación, iglesia ortodoxa...) y los defensores del sistema político liberal intentaron abortar la revolución por la fuerza.
El país quedo dividido y enfrentado en dos bandos:
·    Los contra revolucionarios: Ejercito blanco
·    Los Bolcheviques: Ejercito rojo

Los contra revolucionarios tenían la ayuda de las potencias extranjeras que se oponían al nuevo régimen político, por el miedo que les daba que el ejemplo ruso fuese imitado en otros países.

La guerra civil duró tres años (1918- 1921) y acabo con la victoria de los bolcheviques, principalmente por la tarea organizativa del ejército rojo.

Para abastecer el frente y las ciudades durante la guerra, el gobierno adoptó una política económica que se conoce con el nombre de comunismo de guerra, que consistió en la nacionalización de la industria, la colectivización del campo y las requisas de grano a los campesinos.

Durante la etapa del comunismo de guerra se establecieron las bases del nuevo estado. Lenin rompió definitivamente con el modelo de estado liberal burgués y lo substituyó por la dictadura del proletariado, mediante la centralización de todas las decisiones en manos de altos dirigentes del partido comunista. El resto de partidos burgueses fueron prohibidos.            

El Partido Comunista de Bolivia V Congreso, como núcleo de la organización de la conciencia revolucionaria de los trabajadores y de los pueblos y naciones oprimidas de nuestro país, saluda militantemente el CENTENARIO DE LA GRAN REVOLCION SOCIALISTA DE OCTUBRE, reafirmando nuestro compromiso indeclinable de continuar en la lucha por la materialización de los objetivos estratégicos de los trabajadores, practicando el internacionalismo proletario, y solidarizándonos militantemente con la lucha antiimperialista en los países del tercer mundo, y la lucha por la liberación nacional.

Partido Comunista de Bolivia
V Congreso

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